viernes, 23 de julio de 2010

Los tres modos de meditación.

Para Dudjom Rimpoché (1904-1987), maestro Dzogchen, guía espiritual del karma de los Nyingma, hay tres modos de meditar, tal y como Padmasambhava lo explicó en el siglo VIII, recogido a su vez de los yoguis de Cachimira:

a) La no-meditación.

"Instálate confortablemente en la calma y el silencio, siéntate con la espalda bien erguida, perfectamente distendido, con la respiración natural, suave y silenciosa, y sitúa tu atención en un estado de presencia absoluta sin que la mente vague en los tres tiempos. Es el estado natural de la mente que permanece espontáneamente en el estado de no-distracción, de no-producción, de no-meditación”.

b) La meditación del Corazón.

"Si no puedes entrar de golpe en este estado, concéntrate en una letra de un rojo radiante, en el centro del corazón, del tamaño que te parezca apropiado. Que esta imagen sea vivamente presente, sin esfuerzo. Que ella absorba toda tu atención”

c) La concentración y la tranquilidad.

"Si esta meditación es difícil, toma un objeto simple como una piedra o un trozo de madera, ponlo delante tuyo, dirige tu mirada sobre el objeto sin pestañear, no dejes que ninguna otra cosa ocupe tu mente y establécete en la presencia, de una manera natural y distendida. Mira todo lo que se te pueda presentar sin cogerlo y gradualmente alcanzarás la paz. Todo lo que surge se libera naturalmente, sin esfuerzo de tu parte. Pronto ya no podrás salir de este estado no conceptual e incluso no tendrás ni el deseo de moverte. Será el signo de que te familiarizas con el sosiego y llegarás a la espontaneidad”.

¿Y por qué sentarse a meditar?

Meditar es acceder a la parte más profunda de nuestro ser que, no contaminado por nuestra cultura, nuestras creencias, nuestras experiencias, nuestro sentido del ego y de la separación, se sitúa más allá de toda escisión entre nosotros y el absoluto. Es descubrir en uno mismo el espacio y la totalidad situados por encima del pensamiento diferenciador. Es “borrar el olor de la dualidad” reencontrando el estado natural de la mente"

(Del blog de Daniel Odier , Tantra Yoga)

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