jueves, 22 de julio de 2010

Herukas:Yama.

Juez de los hombres y rey del mundo oculto. Era uno de los "guardianes de las direcciones", protector de la muerte y el guardián del hemisferio Sur. Era el hijo del dios sol Vivasvat (para algunos Surya) y Saranya, la hija de Tvastri. Hermano gemelo de Yami (en sánscrito "yama" significa "gemelo"). Se dice que fueron el primer hombre y primera mujer mortales. De hecho, Yama siendo el primer mortal en morir, y habiendo descubierto el camino al mundo oculto, es el guía de aquellos que abandonan esta vida, y se dice que les conduce a un hogar en el que están a salvo para siempre. Ya en la religión védica compartía su título de rey de los muertos con Varuna - también curiosamente hermano gemelo de otro dios: Mitra - . Yama es un rey y mora envuelto en luz celestial en el más recóndito santuario del cielo. Yama tiene cuerpo verde, lleva ropa roja, y monta un toro negro, que en la antigüedad védica representaba la fecundidad, símbolo de la vida tras la muerte. En su mano izquierda sostiene un lazo con el cual saca definitivamente las almas de los cuerpos enfermos. (Tomado de Dioses Hindúes)


En edad muy antigua, el maestro indio Patañjali destacó ocho escalones principales en el camino de la ascensión a la Perfección de la Sabiduría: yama – niyama – asana – pranayama – pratyahara – dharana – dhyana – samadhi.
Yama y Ni-Yama se pueden traducir como «esfuerzo y relajación» o «tensión y tranquilidad». Esta etapa incluye la dominación de las principales reglas éticas y psicohigiénicas de la vida de un buscador espiritual. El trabajo en esta dirección empieza con la lucha contra las manifestaciones imperfectas del propio «yo», más que nada en las reacciones emocionales. El heruka “Yama”, dios de la muerte, nos habla de este esfuerzo que es la destrucción de lo negativo en nosotros para renacer a la perfección.
Las emociones no son otra cosa que estados de la conciencia. Éstas se irradian fuera de los límites del cuerpo, en el cuerpo astral, y crean un ambiente energético para las personas y para otros seres alrededor. Las personas que viven en estados emocionales burdos crean, por vibración energética, un ambiente destructivo y patógeno, la comunicación con ellas puede causar graves impactos energéticos e incluso llegar a provocar enfermedades en el cuerpo físico. En cambio, aquellos que viven en los estados de amor sutil sanean, espiritualizan y ennoblecen todo alrededor de sus cuerpos y sanan solamente con su presencia, hasta una escala planetaria.
Utilizando este heruka como yidam (foco de meditación, ver yidam en este blog), al tiempo que actuamos sobre los chakras, podremos serenar nuestra mente y limpiar nuestro cuerpo astral de todas las imperfecciones.

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