"[...] los grandes maestros Zen recomendaban a los fieles que practicaran el
Hua Tou de “¿Quién recita el nombre de Buda?” Este Hua Tou se convirtió en el más popular de todos, y aún lo sigue siendo. Pero hay mucha gente que aún no sabe practicarlo. ¡Algunos son tan tontos que se limitan a repetir la frase misma! La práctica Hua Tou no consiste en repetir la frase o concentrarse en ella. Consiste en
Tsen, la naturaleza misma de la frase.
Tsen significa mirar con penetración y observar. En la sala de meditación de cualquier monasterio nos solemos encontrar con la siguiente advertencia, pegada en las paredes: “Observa y contempla tu Hua Tou”. Aquí, “observar” quiere decir mirar al revés, es decir, mirar hacia atrás, y “contemplar” quiere decir aplicar la mente en forma penetrante dentro del Hua Tou. Nuestras mentes están habituadas a salir y a sentir las cosas del mundo exterior.
Tsen consiste en invertir este procedimiento y mirar hada adentro. “¿Quién recita el nombre de Buda?” es la
Hua, la oración. Pero antes de que surja la idea de esta oración tenemos el
tou, el fin.
Tsen ("mirar") esta Hua Tou consiste en contemplar esta idea misma de ¿Quién?,
penetrar en el estado previo al momento en que surge el pensamiento, y percibir qué es este estado.
Consiste en observar de dónde proviene esta misma idea de ¿Quién?, contemplarla como es, y sutil y suavemente penetrar en ella.Controlad vuestros seis sentidos y apartad todo lo que turbe vuestra mente. No penséis en nada, pero observad vuestra Hua Tou. No olvidéis vuestra Hua Tou. La mente no debe estar forzada ni tener asperezas, pues en tal caso continuará vagando y no encontrará la paz, pero tampoco debéis permitir que la mente se entorpezca y se vuelva perezosa, pues entonces os dará sueño y, en consecuencia, caeréis en la trampa del “vacío”. Si podéis tener siempre presente a vuestra Hua Tou, dominaréis fácil y naturalmente la técnica. De esta manera, todos vuestros pensamientos habituales quedarán controlados. No es fácil a los principiantes practicar bien, pero no hay que asustarse ni descorazonarse, ni se debe albergar el pensamiento de que vais a obtener la Iluminación por el hecho de que estáis practicando la Meditación de los Siete Días, cuyo fin es, precisamente, la Iluminación. ¡Cualquier idea de alcanzar la Iluminación es tan innecesaria y tan tonta como la de querer agregar una cabeza a la cabeza que ya tenéis! "
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