lunes, 20 de junio de 2016

El mandala, interpretado por Jung

“El mandala es una típica forma de arquetipo; es lo que llaman en aritmética la cuadratura del círculo, el cuadrado en el círculo, o el círculo en el cuadrado. Y es un símbolo antiquísimo, que va hasta la prehistoria del hombre, aparece en toda la tierra y expresa a la deidad  o al YO, y estos dos términos están psicológicamente muy relacionados, lo que no quiere decir que yo crea que Dios es el Yo o que el Yo es Dios. Yo he afirmado que hay una relación psicológica, y hay muchas evidencias de ello. Y es un arquetipo muy importante, es el arquetipo del orden interior. Y siempre se unas en ese sentido, ya sea para hacer la disposición de los muchos, muchos aspectos del universo, el esquema del mundo, o el esquema de nuestra psiquis. Y expresa el hecho de que hay un centro y una periferia y trata de abarcar el todo. Es un símbolo de totalidad. Por eso en un momento en que, durante el tratamiento, existe un gran desorden y caos en la mente de un hombre, entonces  puede aparecer este símbolo, ya sea en forma de mandala en un sueño, o como dibujos fantásticos imaginarios o en cosas así.  Aparece allí espontáneamente. Como un arquetipo compensador, trayendo orden, mostrando la posibilidad del orden. Centralidad. Y significa un centro que no coincide con el ego, sino con la totalidad, es totalidad. Somos totalidad, a la que llamo el YO. Sí… este término para la totalidad, pero no soy total en mi ego, mi ego es un fragmento de nuestra personalidad. Así que el centro de un mandala no es el ego, es toda la personalidad.”
(El propio Jung lo explica en los minutos 31:55 - 35:51)