jueves, 7 de julio de 2016

La liberación de las emociones

"La mejor respuesta a las emociones negativas es permitir que se liberen a sí mismas, permaneciendo en la conciencia no dual, libres de ambición y aversión. Si podemos hacer eso, la emoción pasa a través de nosotros como un pájaro que vuela por el espacio: no deja ningún rastro. La emoción surge y luego se disuelve espontáneamente en el vacío. En este caso, la semilla kármica se manifiesta, sea como una emoción o como una sensación en el cuerpo, o bien como un impulso hacia una conducta en particular; pero como no respondemos con ambición o aversión, no se genera ninguna semilla de karma futuro. Por ejemplo, cada vez que la envidia surge y se disuelve en la conciencia, sin que nos volvamos presas de ella o tratemos de reprimirla, la fuerza de la tendencia kármica hacia la envidia se debilita; no hay nuevas acciones que la refuercen. Al liberar las emociones de esa manera, se corta el karma desde su raíz. Es como quemar las semillas kármicas antes de que tengan la oportunidad de crecer y manifestarse como problemas en nuestra vida.

Podría uno preguntarse por qué es mejor liberar la emoción que producir karma positivo. La respuesta es que todas las huellas kármicas nos constriñen, nos restringen en identidades particulares. La meta del camino es la liberación total de todo condicionamiento. Esto no significa que una vez que uno está liberado, la compasión y otros rasgos positivos no estarán presentes; de hecho, lo están. Pero cuando ya no estamos manejados por las tendencias kármicas, podemos ver nuestra situación claramente y responder de manera espontánea y apropiada, en lugar de ser empujados en una u otra dirección.
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Si bien permitir que la emoción se libere a sí misma es la mejor forma de responder, resulta difícil hacerlo sin tener antes una práctica desarrollada y estable. Pero independientemente de cómo sea nuestra práctica ahora, podemos decidir parar por un momento cuando la emoción aparezca, entrar en contacto con nosotros mismos y elegir actuar de la mejor manera posible. Podemos aprender a suavizar la fuerza del impulso de los hábitos kármicos. Podemos usar el proceso conceptual para recordar que la emoción que vivenciamos es, simplemente, el fruto de huellas kármicas anteriores.


"El yoga de los sueños. Manual práctico para realizarlos mientras dormimos"
Ed. Pax México. México, 2004
Se puede leer y descargar aquí.