El gran maestro Taoísta Chuang Tzu soñó una vez que era una mariposa revoloteando aquí y allá. En el sueño no tenía conciencia de su individualidad como persona. Era sólo una mariposa. De pronto, se despertó y se encontró ahí acostado, una persona otra vez. Pero entonces pensó para sí mismo:
"¿Era antes un hombre que soñaba ser una mariposa, o soy ahora una mariposa que sueña ser un hombre?"
"Y cuando entres al Zendo y cruces la puerta, no creas que estás entrando al Zendo, no sabes lo que es este cuarto. Y cuando camines, no sólo hagas una meta el llegar a tu asiento, no estés pensando "voy a mi asiento". Tal vez nunca logres ir tan lejos, realmente no lo sabes..." (Zoketsu Norman Fischer)