miércoles, 27 de julio de 2011

La muerte lúcida. Paloma Cabadas.

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Evolucionar en una sociedad tan compleja mantiene alto el espíritu de autosuperación y compromiso con los objetivos grupales. Toda aportación al progreso se vive como un triunfo que redunda en bien de todos. La relación con nuestros colegas evolutivos es de una cooperación avanzada porque se tiene una vivencia sentida y auténtica de lo que es el trabajo en equipo.
Tal vez sea el eco de esa cooperación sin intrusión, de ese fluir en una sintonía grupal, lo que haya resonado en el misticismo como la vivencia del Todo o la de ser Uno con el Universo.
En esos niveles de manifestación y funcionamiento no lineal donde los efectos no son proporcionales a la causa, una acción aislada y no integradora de un individuo podría traer consecuencias de una compleja impredecibilidad al conjunto de la unión. Sería algo así como el efecto mariposa a gran escala, a escala cósmica.
Seg´çun las teorías del caos, la sutil dependencia de los sistemas no lineales respecto de las condiciones iniciales tomó este nombre por la idea de que una mariposa que agitase sus alas en China, por ejemplo, podría determinar varios meses después la actuación de un huracán en Estados unidos.
Cuanto más compleja es una sociedad, más tolera la entropía, el reto y la diversidad porque esto la vitaliza. Los individuos son aptos a tomar iniciativas y a solucionar las cosas sin pasar por jerarquías centrales. El complemento de esa libertad es la viviencia de una solidaridad profunda entre sus miembros.
Felizmente, ya no se trata del viejo concepto que suponís esperar a que seres superiores vinieran a rescatarnos o salvarnos. Si en verdad las cosas fueran así, ya lo habrían hecho porque esa gente nos ama, es gente nuestra.
Por el contrario, ese nuevo sentimiento invita a profundizar más en una forma de contacto sencilla y natural con ese equipo de invisibles. De golpe, uno se quita la ilusión de que hay alguien por ahí que lo sabe todo y lo puede todo porque ha descubierto que le tiene más cuenta pensar que de su propio esfuerzo van a resultar los mejores efectos en su lugar de procedencia, y aquí en el Planeta también. por fin el resultado de nuestro trabajo tiene un destinatario: la energía renovada y renovable del conflicto emocional, del dolor, de los miedos, es bienvenida en esa unión. Estas buenas noticias tendrían que ayudarnos a incrementar la confianza en nosotros mismos.
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La muerte lúcida
Paloma Cabadas.
Ediciones Irreverentes. Sevilla, 2009