Por ejemplo la noción de un ser definitivo. total, último, absoluto, es una intuición de nuestra mente. Pero nuestra mente concreta, personal, se formma la idea de que cada cosa tiene su límite, su configuración definida y resulta así que la idea que tenemos del ser esencial, absoluto, total, no encaja con las ideas que tenemos de cada una de las cosas. Empezamos entonces a hacer combinaciones como si tratase de buscar la clave que permitiera que encajasen perfectamente todas las piezas. Así es como vamos buscando, pensando, discutiendo. En verdad es que en nuestro interior existe esa vivencia de ser, de ese mismo ser que nos empuja a buscarla, a vivirla, a conocerla de un modo total. Pero es mi mente concreta la que no la vive. ¿Y por qué no la vive? Porque no está abierta, enlazada, unida con ese nivel superior, profundo de la misma mente donde reside esta evidencia. Y ésta es la cuasa de que solo nos lleguen nociones fragmentarias del nivel profundo de la intuición.
Todo problema filosófico, es sólo el resultado del contacto que se establece entre la afirmación total de la verdad que por dentro percibimos de un modo intuitivo, y los conocimientos parciales que obtenemos de un modo concreto.
[...]
Por tanto toda meditación de tipo intuitivo o filosófico ha de consistir precisamente en llegar a establecer contacto, integración con este nivel superior mental. La meditación de tipo intuitivo es una cosa muy sencilla. Se ha de aprender a mirar de un modo fijo, penetrante, de un modo estable la verdad que se busca. Si por ejemplo quiéramos saber qué es la vida, no hemos de ir por derroteros de definiciones poéticas, filosóficas, etc. Hay que decir "vida" y al decirlo ver qué quiere decir, tratar de entender con nuestra propia mente nuestra propia pregunta. No la pregunta de otros, ni usando respuestas de otros. Cada cual con sus propias palabras y sus propias respuestas ha de entender su propia pregunta."
Todo problema filosófico, es sólo el resultado del contacto que se establece entre la afirmación total de la verdad que por dentro percibimos de un modo intuitivo, y los conocimientos parciales que obtenemos de un modo concreto.
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Por tanto toda meditación de tipo intuitivo o filosófico ha de consistir precisamente en llegar a establecer contacto, integración con este nivel superior mental. La meditación de tipo intuitivo es una cosa muy sencilla. Se ha de aprender a mirar de un modo fijo, penetrante, de un modo estable la verdad que se busca. Si por ejemplo quiéramos saber qué es la vida, no hemos de ir por derroteros de definiciones poéticas, filosóficas, etc. Hay que decir "vida" y al decirlo ver qué quiere decir, tratar de entender con nuestra propia mente nuestra propia pregunta. No la pregunta de otros, ni usando respuestas de otros. Cada cual con sus propias palabras y sus propias respuestas ha de entender su propia pregunta."
A-.Blay. "Dhyana-yoga. La transformación interna mediante la práctica de la meditación"
Ediciones Cedel.
Barcelona, 1965
Ediciones Cedel.
Barcelona, 1965