"El primer obstáculo es la agitación. ¿Por qué ocurre la agitación? Viene de un apego ordinario a esta vida. Nacemos con un cuerpo humano, nos apegamos y preocupamos por él de forma natural. Es el hábito del apego el que nos hace empezar a preocuparnos por él... El remedio es contemplar la impermanencia. Podemos contemplar la impermanencia tanto durante la meditación como durante la vida cotidiana.
El próximo obstáculo es la duda o falta de claridad. La forma de trabajar con ello es refrescarse a uno mismo a través de la estimulación y la motivación. Cuando un general se prepara para la guerra, comienza por aumentar la moral de su gente. Si los soldados dudan pueden bloquearse por el miedo. Pero si están motivados pueden ser muy valientes y luchar eficazmente. La opacidad es un enemigo muy sutil que surge en la meditación, por lo que tienes que motivarte a ti mismo para vencerlo. Al principio es mejor no seguir las propias dudas y simplemente seguir practicando. Otra forma de eliminar las dudas es utilizar la lógica. Por ejemplo, si dudamos de que exista realmente un camino a la iluminación, deberíamos preguntarnos ¿en qué consiste este camino?. Es el camino para disipar la ignorancia. Pero ¿qué es la ignorancia?. La ignorancia es producto de la mente y está causado por el apego a un yo. Si continúas analizando de esta manera puedes ir clarificando las dudas y finalmente eliminarlas. Por último, la mejor forma de superar la duda es desarrollar una confianza sólida en las cualidades de las Tres Joyas. Contemplar las cualidades superiores del Buda. Considerar las cualidades de las enseñanzas que nos llevan a la realización, los métodos profundos. Las enseñanzas son verdaderas; funcionan realmente. Por último, consideramos las cualidades de los practicantes, la sangha. En este caso, la sangha no se refiere a los monjes o practicantes laicos ordinarios, sino a aquellos practicantes que han alcanzado cierto nivel de realización. A través de desarrollar confianza en las Tres Joyas podemos superar el obstáculo de la pesadez.
El siguiente obstáculo es el sopor. Puede ayudarnos el imaginar una luz como el cielo rojo del atardecer otoñal. Una luz clara, tenue y roja. No ayuda el hecho de imaginar una luz intensa como la luz del sol.
Una vez tienes el hábito de meditar y se ha convertido en algo completamente natural, todos estos obstáculos y problemas dejarán de perturbarte puesto que la meditación forma parte de ti. Cuando la mente alcanza este nivel, el cuerpo también se ve afectado. Todas las energías del cuerpo se calman y te sientes muy cómodo meditando. Normalmente pensamos que el cuerpo controla la mente, pero a nivel profundo, es la mente la que controla al cuerpo. Por lo tanto, cuando la meditación se ha hecho natural, la mente calmada adquiere el control del sistema y prepara al cuerpo apto para meditar."